El embalaje reduce el desperdicio protegiendo los productos alimenticios durante el transporte y el almacenaje, tanto en los puntos de venta como en los hogares de nuestros consumidores y, contrario a algunas ideas preconcebidas, ahorra más de lo que cuesta, tanto en términos financieros como ambientales. El embalaje también es esencial para la seguridad y la frescura de los alimentos y proporciona al consumidor información nutricional y guías de porciones en el punto de compra.
El embalaje representa una pequeña parte de la huella ambiental de los productos alimenticios, pero Nestlé ha adoptado un enfoque integrado sobre el embalaje en sus políticas de mejoramiento continuo. Esto involucra lo que llamamos el enfoque 4R:
En línea con nuestro programa de reducción de material de embalaje, hasta el año 2010 hemos salvado 70,828 toneladas de material por peso, con un valor de 101 millones francos suizos.